LOS HIJOS DE MI PAREJA SON UN PROBLEMA
Son muchos los padres y madres que, tras su ruptura con hijos, y la decisión de dar el paso a rehacer su vida con la intención de darse una segunda oportunidad en el amor, expresan afirmaciones como estas:
- Mi pareja y mi hijo no se llevan bien.
- Los hijos de mi pareja no me aceptan.
- Mi hija odia a mi pareja.
- Mis hijos no aceptan a mi pareja.
Es una situación más común de lo que pensamos, y que provoca mucha frustración y tensiones. La herida del fracaso en las relaciones no termina de sanar, y te hace sentir como si ya no volvieras que a poder ser feliz junto a nadie el resto de tu vida.
Si la semana pasada dábamos recomendaciones en nuestro post, para evitarte desafíos si estabas pensando en rehacer tu vida personal con hijos tras la ruptura, esta semana queremos mostrarte, desde la experiencia vivida, los problemas que puedes llegar a vivir, como consecuencia de convivir con los hijos de una nueva pareja.
Como siempre hacemos en Casasempere abogados, hablamos desde la experiencia vivida como padre divorciado, que es mi caso, para que te sirva de ejemplo, conozcas situaciones y puedas actuar en consecuencia, anticipándote y evitando el tener que vivir situaciones que pueden provocarte excesivo dolor en tu vida.
Muchas veces sientes que tu nueva relación de pareja es maravillosa y completa. Parece que, por fin, lo que siempre has deseado y buscado está en tu vida.
Hay total complicidad y ves que os complementáis a la perfección. Sin embargo, esa relación se empieza a tensar, hasta el punto de poder llegar a romperse, por el desequilibrio que los hijos de relaciones anteriores provocan en ella.
Como veíamos la semana pasada, es una decisión muy importante el convivir con una nueva pareja tras la ruptura de una relación anterior con hijos. Por ello, si todavía no has leído nuestras recomendaciones, te invitamos a que lo leas.
Uno de los deseos comunes de todos los hijos de padres separados, es conseguir que sus padres vuelvan a estar juntos, y ese deseo hace que suelan provocar, en ocasiones, situaciones de gran tensión para conseguir que sus padres o madres se queden solos, y, si deciden juntarse, que sea otra vez con su padre o madre.
Recuerda lo que decíamos en el post de la semana pasada. La edad es uno de los factores que más influye a la hora de surgir conflictos con los hijos de una relación anterior de tu pareja.
Cuanto más pequeños inician ese rehacer en pareja, más fácil es que lleguen a establecer lazos con tu nueva pareja.
COMO TRATAR A LOS HIJOS DE TU PAREJA
Si tu intención es conseguir esa ansiada familia unida, la única manera de lograrlo es que trates a los hijos de tu pareja como si fueran propiamente tuyos.
Debes dejar claro que existe un padre o madre biológico, figura que debe de ser sagrada en la nueva familia y de la que se ha de hablar con respeto. Aun así, tu trato hacia ellos tendría que ser igual que el que diriges a tus hijos.
Sí, sé lo que estás pensando. Igual, igual, no creo que pueda llegar a ser.
El sentimiento de amor que sientes hacia tus hijos es único y especial. Es un vínculo tan especial que es complicado reproducir. Es evidente de que siempre vas a sentir un punto extra o especial añadido hacia tus propios hijos. Y, precisamente, ese nexo sanguíneo extra, es el que te va a generar en muchas ocasiones las tensiones con tu pareja.
Al igual que tu tienes un extra especial de sentimientos hacia tus hijos, a tu pareja le pasa igual con los suyos. Situaciones que tú toleras en los comportamientos de tus hijos, porque son innatos a su personalidad, a tu pareja le pueden alterar y molestar, y a la inversa, puede que haya comportamientos o conductas de los hijos de tu pareja que a ti no te parezcan correctos, pero a su padre o madre sí.
Lo complicado de rehacer familias es que ese sentimiento especial, por mucho que llegues a amar a los hijos de tu nueva pareja, jamás va a alcanzar al amor que sientes por tus propios hijos.
Te aseguro que mi relación con los hijos de mi mujer es EXCELENTE y por mucho que los quiera, siempre hay un punto extra de amor hacia mis propios hijos. Ese deseo de todas las partes por tener ese punto extra de amor hacia sus propios hijos, es el que provoca las tensiones.
A lo largo de todos estos años, he visto padres y madres que participan en la educación y crianza de los hijos de sus actuales parejas de forma activa. Y padres y madres que mantienen una actitud pasiva y de meros observadores.
¿Cuál es la mejor alternativa?
La que tú decidas adoptar en función de cual sea tu deseo u objetivo de familia.
En mi propia experiencia personal, una vez más la vida me ha permitido vivir todos los escenarios posibles, he sentido lo que es que mis hijos rechacen a mi nueva pareja, hasta el punto de negarse a estar en la misma casa y también conozco la sensación de sentirse totalmente integrado con los hijos de mi pareja, hasta el punto de parecer hijos propios.
PROBLEMAS CON MI PAREJA POR SUS HIJOS
A lo largo de los cerca de 9 años de relación de pareja, cuando mi actual mujer y yo nos sentamos y valoramos los motivos por los que durante estos años hemos tenido discusiones, siempre surge un denominador común, “los hijos”.
Nuestra relación de pareja es perfecta en todo. En cuanto a la forma de entender la vida, deseos en común, y complicidad.
Sin embargo, hemos vivido situaciones muy tensas provocadas por los hijos. Y cuando hablo de hijos me refiero tanto a los hijos de ella como a mis propios hijos.
La gran mayoría de problemas de las parejas, que rehacen su vida con hijos de relaciones anteriores, vienen provocados por esos hijos.
CELOS HIJOS NUEVA PAREJA
Los celos o falta de atención, suelen venir provocados por el hecho de que, cuando no estamos en pareja, solemos destinar mucho más tiempo de calidad a nuestros hijos.
El ritmo de vida actual, y nuestras jornadas maratonianas, nos hacen que el tiempo que empleamos en lo que más queremos sea muy reducido y a veces muy escaso.
Es muy normal ese sentimiento de celos cuando tus mimos, caricias o atención, pasan de estar dirigidos a tus hijos a centrarse en esa tercera persona que para ellos ha invadido sus vidas, y les ha quitado la atención de su padre o madre.
Esa rivalidad es mucho mayor cuando hablamos de hijas y padres. La aparición en la vida de las niñas de una nueva mujer en edades pre adolescentes, sobre todo, cuando para las niñas sus padres son el mejor de los superhéroes, y para ellas es intocable, suele ser un momento muy difícil a nivel emocional.
Si vas a empezar una nueva relación de pareja no olvides destinar tiempo único y de calidad a tus hijos. Hazles ver que ellos son importantes para ti y que por encima de todo valoras estar junto a ellos.
Trata en la medida de lo posible de agendar tiempo a solas con ellos, en los que ellos se sientan el centro de atención de tu vida. Tus hijos necesitan sentir que para ti ellos son lo más importante.
En mi caso concreto, los hijos de mi mujer convivían de continuo con nosotros, salvo los fines de semanas alternos que se iban con su padre, fines de semana que coincidían con los que mis propios hijos se marchaban con su madre.
En las épocas de custodia compartida, había semanas en que cuando mis hijos volvían a mi casa, los hijos de mi mujer veían con recelo que mis hijos demandaran mi cariño y atención, y si les daba muestras de cariño como abrazos o besos a mis hijos, se metían por medio demandando ese cariño que en otras semanas era en exclusiva para ellos.
Tuve que llegar a sentarme a hablar con ellos junto con su madre, y explicarles que a mí me tenían en exclusiva durante la semana que mis hijos no estaban en casa, y que no debían sentirse mal si cuando venían a casa yo les prestaba más atención a ellos.
Te aseguro que vas a vivir cientos de situaciones que, de inicio, no les vas a dar mayor importancia, pero que luego caerás en la cuenta de que esos pequeños detalles de atención y cariño, pueden ser la diferencia entre que estalle el conflicto o no en tu nueva relación.
CUANDO TU HIJO ADOLESCENTE NO ACEPTA A TU PAREJA
Hay que partir del hecho de que, para tu hijo, esa persona, tu nueva pareja, es una extraña en su vida que tú quieres imponer. Te habrás podido enamorar o tener sentimientos hacia él o ella, pero para tus hijos es una persona ajena a su vida que, de repente, les ordena, les corrige y les manda.
Carecen del nexo de amor que pueden sentir por ti por ser su padre o madre.
Es muy habitual ver como los hijos adolescentes rechazan a las nuevas parejas. Es en estas edades, en los que, unido a la rebeldía propia hormonal, está el querer seleccionar por sí mismo quienes pertenecen a su grupo social más íntimo.
No se soportan ni ellos mismos con sus propios cambios de humor. Es un momento de mucha paciencia para los adultos. Aunque tengas ganas de “estrangularlos”, es de mucha utilidad pensar que el tiempo lo cura todo, y que es una fase más dentro de la vida.
Durante años trabajé con la psicóloga a la que acudían mis hijos, el que ellos aceptaran a mi nueva mujer. Los argumentos de ellos, según la propia psicóloga, eran absurdos y sin sentido, pero favorecían el rechazo, llegando un momento en el que provocaron la negativa a querer convivir bajo el mismo techo. Principalmente pasó con mi hijo mayor.
El pequeño fue copiando comportamientos, y repitiendo con el tiempo los mismos comportamientos del mayor.
Puedes pensar que es fundamental para esa aceptación el hecho de que ambos padres colaboren en fomentar ese respeto. Desde mi experiencia el elemento que más influye en la opinión de tus hijos es el tiempo que pasa con unos y con otros.
Cuanto más tiempo de convivencia, más exigentes son las normas. Cuanto menos tiempo de convivencia, más fácil es rebajar esa exigencia y limitarse a disfrutar de los pequeños momentos.
Yo he vivido personalmente, como el padre biológico de los hijos de mi mujer literalmente me insultaba y menospreciaba cada vez que ellos pasaban un fin de semana en casa con él, y he visto como ellos volvían a casa llorando y tristes por esos comportamientos que veían en su padre.
Los niños veían mi actitud y comportamientos a diario en casa con ellos, y eran conscientes de que lo que les exigía su padre no era lógico. En mi caso concreto, los menosprecios del padre no sirvieron de nada si pretendían menoscabar la relación con ellos. Sin embargo, considero que fue principalmente debido a que la gran mayoría del tiempo lo pasaban en casa junto a mí y eso les permitía formarse su propia opinión.
Por el contrario, mis hijos alternaban por semanas entre nuestra compañía y la de su madre. En este caso también existían comentarios negativos hacia la figura de mi mujer. Influyó el tiempo de exposición, y el hecho de que los modelos educativos eran totalmente opuestos. En casa de la madre los límites eran muy débiles y en mi casa las normas y exigencias eran mayores porque teníamos por semanas a 4 niños. Sus obligaciones en mi casa eran mayores, el control de sus tareas escolares era diario y existía limitación diaria en el uso de consolas, móviles y video juegos. Este era uno de los motivos principales.
Y, desde mi punto de vista, otro de los elementos que favorecieron la ruptura de la relación de mis hijos con mi actual mujer, fue el que yo permitiera que mi mujer tomara el papel de figura de autoridad principal. Por su carácter siempre terminaba saltando la primera o viendo comportamientos que yo no apreciaba, y parecía que ella era la instigadora de reproches o correcciones a diario.
Eso hizo que mis hijos poco a poco prefirieran no estar en mi casa en mi compañía, y se fueran decantando por permanecer más tiempo junto a su madre.
Ojo, eso no significa que te quieran menos, simplemente que, si tu tuvieras que elegir entre vivir en un sitio con normas y obligaciones, donde te limitan el uso de lo que más te gusta y apetece, y otro donde terminas haciendo lo que te apetece, la respuesta es bastante clara.
Con el paso de los años, mirando hacia atrás, yo también me di cuenta de que ni yo mismo hubiera vivido conmigo por el nivel de exigencia que se llegaba a provocar.
De ahí que en el anterior post hablásemos de valorar, como sistema de convivencia, el permanecer solo con tus hijos en una vivienda cuando tienes que estar tiempo con tus hijos.
Te aseguro de que cuando llegan fechas señaladas, como Nochebuena o Navidad, y tus hijos ponen pegas para pasarlas junto a ti, te das cuenta de que quizá lo mejor para evitar esas disparidades entre casas, hubiera sido el pactar con la madre unas normas iguales en ciertos puntos en común (como horas de uso de video juegos, horas de estudio, horas de uso de video juego en fin de semana…etc)
Lo que más lamento, y lo que menos ha ayudado al crecimiento de mis hijos, es el hecho de la falta de coordinación como padres. En mi caso concreto, tenía enfrente una persona que quería y quiere que todo se haga conforme ella pide, pero que, además, no es constante. Una semana puede ser exigente con las horas de uso de móviles o video juegos, pero en un determinado momento por interés propio permite horas y horas sin límite porque le conviene. Y yo al contrario. Cada uno fuimos por un lado y esa falta de coordinación hizo mucha mella en mis hijos.
La coordinación, la colaboración y el tener ayuda familiar mediante terapia familiar, es el mejor consejo que te podemos dar esta semana.
Si de verdad valoras el bienestar de tu hijo el día de mañana, y no quieres vivir experiencias realmente traumáticas en el que los protagonistas son tus hijos, te invito a que profundices en mi historia personal mediante la lectura de nuestro libro “Bendice tu divorcio”. En sus páginas vas a poder encontrar lo que ocurre cuando dos padres no son capaces de coordinarse y entenderse en su principal papel. Y podrás ver las terribles consecuencias que esa falta de entendimiento puede provocar en tus hijos.
Narré mi historia en esas páginas porque a mí, personalmente, me hubiera gustado tener en su día en mis manos esas páginas, advirtiéndome de todo lo que iba a suceder si actuaba igual, para haber podido poner remedio y anticiparme.
Si eres de los que a diario se dicen alguna de estas frases “MI PAREJA Y MI HIJO NO SE LLEVAN BIEN” “MI HIJA ODIA A MI PAREJA”, “LOS HIJOS DE MI PAREJA NO ME ACEPTAN” o “MIS HIJOS NO ACEPTAN A MI PAREJA”, deberías empezar a leerte Bendice tu divorcio” y plantearte el cambiar tu forma de ver, pensar y actuar con tus hijos, antes de que sea muy tarde.
EL HIJO DE MI PAREJA ES UN MALCRIADO
La madre de mis hijos no ha conseguido en más de 12 años, tras la ruptura de nuestra relación de pareja, el mantener una relación estable con una nueva pareja, y estoy convencido de que mis propios hijos han ayudado y mucho a que no se mantuviera esa relación duradera.
A lo largo de sesiones y sesiones de terapia familiar, me he ido enterando de detalles. Hechos como el apagar la televisión cuando la madre y su pareja estaban viéndola porque la madre trataba de imponer límites, llevarse la televisión a su habitación y limitar la entrada a la madre poniendo armarios para dificultar su acceso, poner música alta a horas intempestivas sólo con el deseo de molestar y provocar que la madre ceda en sus exigencias…etc.
Si de verdad no quieres que tu hijo sea un malcriado, te invito a que te sientas desde hoy mismo con la madre de tu hijo y empieces a coordinar pautas educativas.
La distancia entre los padres en las pautas educativas, sólo favorece el egoísmo y el despotismo de tus hijos, muchísimo más en hijos divorciados. Si permites que ellos controlen su propia educación, cediendo a sus exigencias, vas a conseguir que terminen siendo ellos los que dirijan tu vida.
Nuestra labor como padres es educarlos y hacerles entender que hay ciertos límites infranqueables. Eso con respecto a ellos.
Y con respecto a ti, sobre todo, aceptar que tus hijos son así. En el caso del hijo de mi actual mujer, es un niño con un carácter fuerte que cuando pierde el control se altera de forma inconscientemente violenta para las personas de su entorno.
Te aseguro que las normas de educación son infranqueables en casa y que por parte del padre no hay oposición o interrupción de ningún tipo, sin embargo, la naturaleza de cada uno hace que ciertos comportamientos sean innatos.
Es un adolescente que pasa de un estado de sensibilidad y amor, que llega a ser empalagoso, a desafiar y matar con su mirada. Pasa de la alegría al odio, y le controla esa rabia y odio cuando se altera.
Nuestra labor como padres es establecer las pautas que consideramos más adecuadas para los niños. Poner los pilares de la educación, eso sí, no podemos cambiar la personalidad de nuestros hijos. Ellos tienen que vivir su vida, tropezarse con sus propias piedras, y vivir sus propias experiencias.
Es doloroso, como padre o madre, ver que te has desvivido en la educación de tus hijos, que has sacrificado horas y horas de tu tiempo, y que, aun así, no pongan interés en los estudios y sigan viviendo queriendo que todo gire a su gusto.
Es doloroso, aunque al final saco el siguiente aprendizaje. Hay que aceptar esta situación, y entender que el papel de tu hijo en tu vida, es ponerte a prueba para ver si te alteras. La vida dejará de ponerte ese desafío cuando aceptes la situación y entiendas que tu trabajo no es cambiarle a él sino cambiarte a ti para evitarte disgustos y crecer como persona. Cuando tu aceptas que tu hijo es así, que ya has hecho todo lo que estaba en tu mano, y te desvinculas del resultado, vives en paz contigo mismo, y empiezan a desaparecer de tu vida esos episodios. Al final, tus hijos son uno de los mejores maestros de tu divorcio y tu vida.
Recuerda, nadie te puede hacer daño. Eres tú el que te haces daño a través de la interpretación que haces de todo lo que te rodea. Tu decides si interpretar todo lo que te sucede desde el juzgar y el victimismo, o desde la responsabilidad de verlo como un aprendizaje para poder crecer y mejorar. En tu mano está coger uno u otro camino y en tu mano está el acercarte al amor, aceptación y paz, o el escoger el conflicto, el rencor y el sufrimiento.
Aunque hay momento en los que pienso queEL HIJO DE MI PAREJA ES INSOPORTABLE, cuando recuerdo este argumento y me recuerdo que su papel es examinarme a mí para ver mi capacidad de perder mi propio control, es cuando acepto la situación, y no la alimento con mis respuestas o comportamientos.
Simplemente lo ignoramos en casa, y cuando ha pasado la ola emocional en la que él ni escucha ni ve y ni razona, le explicamos con total tranquilidad las consecuencias de sus actos.
Te aseguro de que es más fácil de escribir y leer que hacer. Agradezco en ese camino la alternancia que hacemos entre su madre y yo. Hay momentos donde mi nivel de calma es mayor y soy yo el que para el entrar en su energía, y otras es su madre la que me calma a mí y evita que me contagie de su energía negativa.
Al final, todo en nuestra vida sucede con la única finalidad de ayudarnos a crecer. Cuando entiendes esto empiezas a ver la vida de forma diferente.
Yo lo que más valoro ahora es vivir en paz conmigo mismo, y he elegido el camino del amor, la aceptación y el aprendizaje ¿Te gustaría aprender a vivir así?
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Muchas Gracias
Javier González González
Padre, Divorciado y experto apasionado del Área de Familia en Casasempere abogados.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
➡️ ¿Qué recomendaciones debo seguir cuando quiero rehacer mi vida con un hijo?
Desde nuestra experiencia cuando rehaces tu vida tras un divorcio o ruptura de pareja con hijos menores debes tener presente 7 factores:
1.- La edad de tus hijos.
2.- La Personalidad de tu nueva pareja.
3.- Si tiene hijos de relación anterior o no.
4.- Tu disponibilidad horaria o trabajo.
5.- Tu disponibilidad económica.
6.- Tu forma de educar.
7.- No lo hagas solo, ayúdate de expertos.
Si quieres saber como afecta cada uno de estos factores entra y lee el post.
➡️ ¿Cómo influyen los hijos en la nueva relación de pareja de un divorciado? El hecho de que el deseo de los hijos de padres divorciados sea que sus padres vuelvan a estar juntos, hace que no terminen de aceptar totalmente la nueva pareja de sus padres, por lo que suelen generar la mayor parte de las tensiones en las nuevas relaciones de pareja de sus padres.
➡️ ¿Cómo es aconsejable tratar a los hijos de tu nueva pareja? Los hijos de la nueva pareja de un divorciado con el tiempo terminan también siendo sus propios hijos, aunque hay que reconocer que, a nivel sentimental, nunca van a alcanzar a ser sus propios hijos ni a sentirse lo mismo que se siente por ellos.
➡️ ¿Cómo han de actuar los padres divorciados si sus hijos no aceptan a la nueva pareja? Lo más importante es que existan coordinación entre los padres divorciados tanto en la educación de los niños como en la forma de hacerles ver la nueva realidad que se presenta a partir del divorcio con las nuevas relaciones de pareja de sus padres.
Es importante escuchar a los niños, aunque las decisiones y la forma de educar sean de los padres. Eso sí, aceptándose como son ellos y no pretendiendo cambiar su forma de ser.
Si quieres saber más sobre estas opciones te invitamos a que leas el post.
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