Descubre a través de un caso real que el síndrome de alienación parental tiene tratamiento

La semana pasada ya definíamos que es el síndrome de alienación parental, veíamos cómo detectarlo y sus consecuencias. Ya en ese post adelantábamos que para nosotros no es la solución adecuada acudir a los juzgados.

Si no tuviste la oportunidad de leerlo y antes de seguir te gustaría tener claro qué es la alienación parental, cómo se produce, cómo poder detectarlo o qué consecuencias produce sobre los niños. Te invitamos a que al terminar este post pinches el link que te dejamos al final del post y lo leas.

La respuesta habitual que dan los juzgados de familia ante la presencia de síndrome de alienación parental es proceder al cambio de custodia. Para evitar los peligros de la alienación otorgan la custodia compartida, para con la rotación semanal evitar el contacto continuo con el padre o madre que está fomentando la alienación y así, favorecer el trato con el otro padre o madre. O bien, si la custodia compartida no es suficiente, suelen proceder al cambio de custodia. Si los niños están con la madre pasan a estar con el padre o a la inversa.

Hoy queremos entrar en la aplicación real de lo que se vive en los juzgados para tratar de dar solución a este fenómeno. Para ello, vamos a empezar con la transcripción literal de partes de una sentencia en la que se concedió la custodia exclusiva al padre ante la presencia de rasgos que evidenciaban la alienación parental.

La esposa muestra una infravaloración del rol parental y dificultades para empatizar emoción emocionalmente con las necesidades afectivas de sus hijos, identificando las necesidades infantiles con las suyas propias de manera que parece que piensa que los niños sienten como ella, con expresiones como que los niños están mejor con su actual pareja a la que conocen hace un corto periodo de tiempo, que con su padre; obviando el cariño del padre hacia los hijos y mostrando una actitud de las que se podría deducir que quiere suplantar al padre con la presencia de otra figura masculina. Refiere, por último, que la ruptura familiar no ha tenido ningún efecto aparente en la vida de los niños y la perito estima que esta actitud podría ser peligrosa a largo plazo puesto que implicaría a los menores en dinámicas disfuncionales entre adultos con riesgo de una alienación parental.

(…) Además, con la custodia compartida disminuiría el estrés del ejercicio de una custodia única por parte de uno de los padres, teniendo en cuenta que son progenitores bien integrados laboralmente que podrían compartir las tareas de crianza para beneficio además del bienestar de sus hijos pero para ello sería necesario una actitud positiva de ambos padres hacia la cooperación y el diálogo necesitando la ayuda en un primer momento de un servicio de mediación familiar. Además, con la ayuda de profesionales cada uno de los progenitores podría ser consciente de sus limitaciones y trabajar conjuntamente para fomentar un crecimiento sano de los niños.

El texto de esta sentencia corresponde a un asunto tramitado ante el Juzgado de Primera Instancia nº 8 de Alicante. En el que el gabinete del equipo psicosocial concluyó en su informe la necesidad ante la evidente existencia de riesgo en los menores de alienación parental, de que se otorgará una custodia compartida o en su defecto, custodia exclusiva paterna.

En este supuesto, tras la vista oral, tanto el fiscal como el gabinete en sala concluyeron que la mejor opción era la custodia exclusiva paterna. Y la sentencia otorgó al padre la custodia en exclusiva dando un giro de 180 º en la vida de los niños.

En aquella fecha estos niños tenían 4 y 2 años. Llevaban un año entero bajo la guarda y custodia de su madre.

Tras ese suceso a los dos años pasaron a regirse por custodia compartida de ambos progenitores. Y durante años han estado cambiando de régimen.

Síndrome de alienación parental y custodia compartida

Desde nuestra modesta opinión, buscar en el juzgado la solución al síndrome de alienación parental no es el mejor camino. Los juzgados son un mero parche, que arregla de forma temporal el verdadero problema.

Retomemos el ejemplo del principio.

Con tan sólo 2 y 4 años de edad de los menores, el gabinete psicosocial ya advertía del peligro y la amenaza del síndrome de alienación parental. Y de hecho, recomendaba la intervención en un primer momento de la ayuda del Instituto de Mediación Familiar para fomentar una cooperación en el crecimiento de los menores.

Sin embargo, de poco sirve acudir a profesionales de la psicología si se va sin la voluntad de abrir la mente ni con la intención de admitir que quizá tus actuaciones no sean las correctas.

Resulta francamente complicado admitir que te estás equivocando.

En este supuesto el padre creía que la madre no era apta para cuidar y atender de sus hijos. Se creía superior en cuanto a que podía atender y cuidar de sus hijos incluso mejor que su madre. Y la madre igual. No valoraba el interés del padre en participar de forma activa e implicada en los cuidados y educación de sus hijos. Para ambos primaba más el dolor vivido, que les había llevado a la ruptura matrimonial, que el interés común de ayudarse para que sus hijos crecieran en un entorno de cooperación y respeto.

Durante 10 largos años se los pasaron en un continuo conflicto. Con cambios de custodia constantes. La puesta en evidencia por el juzgado de la presencia de síndrome de alienación parental favoreció en un primer momento la custodia exclusiva paterna. Para posteriormente pasar a custodia compartida. Y más tarde, de custodia compartida con rotación semanal a custodia exclusiva en casa de la madre.  Para a los pocos meses volver de nuevo a la custodia compartida. Y ante la más mínima presión de vuelta a la exclusiva materna. Llegó un momento en el que eran los propios menores los que decidían con sus actos, muchas veces enmascarados en actuaciones desproporcionadas, que terminaban con los menores en el hospital o con la necesaria intervención de la policía, bomberos y sanitarios.

Los padres habían pasado de la oportunidad de dar un modelo de educación basado en el respeto y en el diálogo común y en favor de los hijos a que ambos menores crecieran en un ambiente en el que el ataque, la queja, la crítica y la descalificación eran los modelos a seguir.

En este supuesto, los dos padres tuvieron que verse sometidos al estrés de ver que sus dos hijos en un intervalo de menos de 7 meses habían amenazado con el suicidio para reaccionar y empezar a querer escuchar de verdad.

¿Vas a esperar a tener que ver a tu hijo a punto de saltar de una cornisa para reaccionar?

Los cambios de custodia sin un trabajo adecuado es cómo pretender llegar lejos avanzando subido en una Noria, por muchas vueltas que le des siempre vas a llegar al mismo destino.

Síndrome de alienación parental tratamiento

Estos padres, buscaban durante años el mejor tratamiento para los problemas de conducta de sus hijos. Miraban al exterior buscando la causa. Cuando desde hacía 10 años la primera sentencia les había dado la clave.

con la ayuda de profesionales cada uno de los progenitores podría ser consciente de sus limitaciones y trabajar conjuntamente para fomentar un crecimiento sano de los niños.”

De este párrafo se puede extraer la base del mejor tratamiento para evitar el síndrome de alienación parental.

  • Ayuda. Es imprescindible aceptar que ambos padres necesitan ayuda. No hay que buscar culpables. Hay que perdonar, pensar en los niños y buscar soluciones.

  • Profesionales. Hay que eliminar el tabú de que acudir a un psicólogo es señal de que tienes un problema mental.

  • Consciente. Se hace necesario abrir la mente. Dejar de pensar en querer tener la razón y empezar a responsabilizarse por todos los actos que realizamos.

  • Conjuntamente. Para concebir un hijo siempre hace falta la combinación de dos elementos. Un espermatozoide y un óvulo. De la unión de dos nace un nuevo ser. Para ejercer el papel de padres se hace necesario volver a cooperar como si se fuera uno.

la persona que repara el alma

¿Qué es realmente un psicólogo?

Conforme al diccionario de la real academia de la lengua española:

  • Psícólogo:

  1. Adj. Dicho de una persona: Dotada de especial sensibilidad para el conocimiento del comportamiento humano
  2. Especialista en psicología.
  • Psicología:

Etimológicamente proviene del griego psique (Alma) y logia (Estudio). Si consultamos la definición recogida en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

1.- Parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y operaciones.

2.- Ciencia o estudio de la mente y de la conducta en personas o animales.

3.- Manera de sentir de un individuo o de una colectividad.

4.- Capacidad para conocer y comprender la psicología de una persona.

5.- Síntesis de los caracteres espirituales y morales de un pueblo o de una nación.

En consecuencia los psicólogos son los profesionales que cuidan nuestra alma. Debemos con ello empezar a verlos cómo la ayuda necesaria para corregir aquellos problemas de pareja, personales y de trato con nuestros hijos que se escapan a nuestros conocimientos.

señales interiores para acudir al psicólogo

¿Y cuándo debemos acudir a un psicólogo?

Es bien sencillo, cuando en tu día a día aquello que estás viviendo con tu pareja, con tus hijos o contigo misma no te hace estar feliz, en paz y tranquilidad.

Si no eres, ni te sientes feliz, en total paz y tranquilidad, es que tu alma no se encuentra bien.

Si sientes estrés, agobio, ansiedad por lo que ocurre en tu casa y con tus hijos, es que tu alma “psique” te está enviando una señal inequívoca de que necesitas ayuda.

Solemos omitir las señales de nuestra alma, pero no hay herramienta más potente para saber cuándo estamos decidiendo algo de forma correcta.

el tratameinto más eficaz para la alienacion

El tratamiento más eficaz para el síndrome de alienación parental.

En definitiva el mejor tratamiento para evitar las terribles consecuencias del síndrome de alienación parental es dejarse ayudar por los especialistas de la psicología y asumir la responsabilidad de nuestro papel de padres.

Hay que dejar de buscar culpables. Hay que evitar señalarse. Alejarse del conflicto y empezar a cooperar como padres. Hay que entender que todos, tanto padre como madre, podemos estar fomentando esta grave situación y que se requiere de la ayuda de ambas partes.

Deja de querer tener la razón, no sea que para que reacciones tengas que ver a tu hijo entubado en la sala de urgencias del hospital o subido en una azotea a punto de saltar al vacío.

Sin ninguna duda en esta vida la mejor opción es ser FELIZ y para ello, tu alma tiene que sentirse en paz y tranquilidad.

¿Qué experiencia parecida has vivido tú que te hizo ponerte en acción?

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Y como lo prometido es deuda, te dejamos el enlace por si quieres leer el post de la semana anterior que te hemos indicado al principio del post:

https://casasempere.seo4pymes.com/alienacion-parental-como-actuar/.

Gracias

2 comentarios
  1. Andriu Valle Merino
    Andriu Valle Merino Dice:

    Yo estuve 5 meses con psicólogos y la madre se negó al tratamiento sólo llevaba a nuestra hija yo me traté para comprender mejor a mi hija. Pero aún noto q la madre sigue igual controlando todo y malmetiendo contra mi. Así q pediré custodia exclusiva y seguimiento de psicólogos en el proceso si lo aceptan pq mi hija tiene 12 años y no quiero q sufra más.

    Responder

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